La virtud de la organización
Emprender no es un camino sencillo. Si algo he aprendido a lo largo de mi carrera profesional como emprendedor es que apostar por un negocio propio trae bastantes quebraderos de cabeza. También tiene sus ventajas, todo sea dicho. Emprendiendo se aprende mucho, especialmente cuando tu filosofía es aprovechar los errores como manera de aprendizaje.
Se puede decir por mi experiencia que todo aquel que emprende debe estar dispuesto a fracasar, a perder partidos. Perder no es el problema, sí lo es no saber levantarse. En ocasiones, poder reponerse de los errores es más un estado mental que otra cosa. Si asumes esto en tu filosofía de trabajo, reducirás las dificultades a las que te enfrentarás en tu día a día profesional.
Cuando damos los primeros pasos todos cometemos errores. Es necesario hacerlo para crecer como profesionales. El emprendedor va subiendo de nivel poco a poco y gana nuevas habilidades que le son útiles en su trayectoria. Una de ellas es, sin duda, la virtud de la organización. Debemos tener siempre una perspectiva de nuestro negocio para analizar la situación de forma crítica.
Uno de los principales problemas a los que nos vamos a enfrentar cuando apostemos por nuestro negocio es a la toma de decisiones. Lo primero que debemos asumir es que tenemos el derecho y la capacidad de meter la pata. El error va a llegar y no debe suponernos vergüenza. En su lugar debemos tomarlo como una ventaja con la que aprender a ser mejores profesionales.
Cuando la organización lo es todo a la hora de tomar decisiones, estamos en la obligación de tener cuanta más información sobre nuestro negocio mejor. Y no solo a tenerla, sino a contar con ella de manera accesible. La toma de decisiones requiere saber los números del negocio, la planificación a corto, medio y largo plazo, las tendencias del mercado, etc. Necesitamos esa panorámica.
Con esa visión panorámica de nuestro negocio no vamos a nacer jamás. Necesitamos tener experiencia para lograrla y plasmarla en nuestra cabeza de forma eficiente. Es por ello que la experiencia personal me dice que no se debe dejar nada ni a la aleatoriedad ni al “ya veremos”. Todo debe estar medido al milímetro para que nuestras decisiones sean eficientes.
En este sentido, contar con una herramienta como Sage 50c nos ayuda a tener control absoluto de lo que pasa en nuestro negocio. Es algo tan sencillo como saber en todo momento cómo están evolucionando los ingresos, los gastos, los pagos y cobros pendientes de realizar, etc. Esa visión de todas las aristas de nuestro negocio es la que nos va a permitir actuar en consecuencia y adelantarnos a posibles situaciones problemáticas que se puedan producir.
Además, contar con todos los datos en un mismo espacio accesible desde cualquier parte, poder compartir la información con cada uno de los nuestros socios y poder personalizar el entorno de trabajo en el que nos movemos nos sirve para ahorrar tiempo, que es uno de los recursos más preciados para todo emprendedor, y que por desgracia no se valora tanto como se debería.
La organización es una virtud que todo emprendedor debe saber entrenar a lo largo de su carrera. Si para ello puede contar con los aliados apropiados, mejor. El camino no va a ser fácil, así que buscarse las alianzas apropiadas es la mejor manera de crecer en el ámbito profesional. Eso y mantener siempre una actitud paciente, optimista y persistente con lo que nos rodea.
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