Emilio Márquez

polemicas

Al asalto de Google (dejad a Google en paz)

3 Marzo 2010 , Escrito por Enrique Etiquetado en #...sus reflexiones, #Actualidad y medios, #ataques, #censura, #china, #google, #hacker, #Internet, humor y tecnología, #polemicas, #Sociedad y economía

Durante estas últimas semanas hemos vivido una experiencia para recordar con Google. El gigantesco buscador diversifica su modelo de negocio para adentrarse en territorios como la web social, la telefonía móvil o la energía solar, tiene una gran cantidad de dinero en efectivo en caja para utilizar y hace muy bien diversificándose. Así, con estas acciones, Google demuestra ser a todas luces un gigante tecnológico.

En el aspecto del marketing Google parece tener una varita mágica que hace que se cree siempre una gran agitación con cada nuevo producto o servicio que saca al mercado, casi sin esfuerzo los usuarios y comunicadores le hacen el trabajo de dar a conocer todo lo relacionado con el mundo Google, aunque lo cierto es que en el mundo de la empresa, absolutamente nadie puede permanecer en estado pasivo esperando buenas reacciones de la competencia, que siempre tratará de derribarnos sin miramientos. Google tiene competencia y mucha. Y es que al gigante tecnológico le han crecido los enanos durante los últimos meses.

En plan de conquista empresarial de la empresa norteamericana se ha cruzado un enemigo político de primer nivel. China, gobernada peculiarmente por  Ju Hintao bajo unos valores que golpean especialmente la libertad de expresión en Internet, actúa como la némesis más reciente del buscador. La polémica entre estos dos titantes, uno empresarial y otro ideológico, está servida. Aunque de fondo el potenciar el buscador local de China para que supere a Google puede dar un énfasis financiero a una cuestión de principios ideológicos. Todo en una guerra virtual entre USA y China que se lleva gestando hace tiempo, la hegemonía tecnológica y económica mundial está en juego.

Así, mientras que Google se niega a aplicar cualquier tipo de censura en sus búsquedas, desde China viajan por la red ataques informáticos indiscriminados contra el buscador y otros servicios online de la corporación norteamericana. Bien es cierto que aunque la procedencia geográfica de estos ataques está clara, la mano que los está perpetrando aún permanece en el anonimato, en USA el asunto se lo han tomado de índole de seguridad nacional y la propia NSA está investigando el asunto.

Pero los golpes contra Google no solo vienen desde el gigante asiático. Aquí en España, nos sorprenden en más de un caso en las que se ha soltado el globo sonda  de ver la posibilidad de imponer una cuota a modo de impuesto a los buscadores web (Google, Bing y Yahoo, entre otros), siendo muchos los que querrían meter mano a ese pastel económico.

Parece cómo si empezara una carrera por recaudar y Google fuera una diana preferida a la que mirar. Mi único pero a este respecto es que lo que factura Google en Europa va directamente a gravarse en impuestos en Irlanda, país cuyas normas fiscales la convierten "casi" en un paraíso fiscal.

La convulsión de Google también llega a través de los medios de comunicación, que actualmente están viviendo un proceso de conversión en Internet donde desconocen si fórmulas de contenidos de pago serán la panacea. El máximo paladín de este esquema, Rupert Murdoch de News Corporation, pretende que Google pague por los enlaces de noticias de sus medios incluidos en los servicios del buscador y amenaza por acudir a la vía legal. Google en este caso sugiere que quién no esté contento que retire sus contenidos del buscador, algo muy sencillo técnicamente utilizando el fichero robots.txt en los servidores web.

Perfectamente podríamos afirmar que Google está siendo atacado por su propio éxito. Su fuerza empresarial lo convierten en líder de mercado y esto levanta celos en otros. Después de todo, viendo el éxito comercial de la empresa, es normal que algunos vean en su reflejo el enemigo público número uno. En cualquier caso, y por favor, respetemos las normas del mercado y juguemos limpio en esta competición monetaria. Que cada cual haga su trabajo y dejemos que Google haga el suyo.

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