Castigando al inmigrante
El derecho de toda persona a inmigrar, saliendo de su propio país para establecerse en otros, está recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sin embargo, se encuentra supeditado a las legislación concreta de cada país. Esta situación provoca que se vulneren muchos de los derechos que los inmigrantes tienen, por el simple e importante hecho de ser persona.
En este último año el país transalpino ha sido noticia en el terreno de la inmigración. Cierto es que Italia es un país que en la última década ha sufrido grandes oleadas de inmigración, mayoritariamente de los países de Europa del Este, que se encuentran muy cercanos. Tras algunos episodios de violencia, se ha producido una fuerte alarma en la sociedad italiano, surgiendo cierto sentimiento de desconfianza. Cuando estos nacen y se alimentan con medidas que atentan contra los derechos de los inmigrantes, la sociedad debe plantearse ciertos aspectos.
Ayer leía una noticia, que no me dejaba indeferente. Al parecer el senado italiano ha dado el visto bueno a ciertos aspectos de una ley en seguridad, que a mi parecer, no soluciona nada sino que potencia los problemas. Entre otras medidas, se aprueba que los médicos puedan denunciar a los inmigrantes indocumentados que asistan a sus consultas. A los profesionales del sector sanitario les parece una verdadera calamidad dicha propuesta. La función clara que tiene todo médico, es curar. Aprovechar la sanidad, un servicio al que recurrimos por necesidad, como anzuelo para cazar a los indocumentados, es despreciable.
Otro aspecto que recoge este proyecto de ley y que también ha sido aprobado por el Senado, es la obligación por parte de los inmigrantes de pagar entre 80 y 200 euros de impuesto para obtener y renovar el permiso de residencia. Una solución muy próspera a nivel monetario para el Estado pero poco útil a nivel social. Para que este proyecto de ley se convierta en Ley sobre Seguridad, primero debe ser aprobada en su totalidad por el Senado y después por la Cámara de Diputados. En cualquier caso, da la sensación que los políticos italianos reflexionan poco y conocen menos, la realidad.
Entre los amig@s y conocid@s que han estado viviendo en países europeos, algunos han tenido que pasar por las oficinas de extranjería. Aún siendo ciudadano europeo, son algunos los permisos e inscripciones que tienes que hacer. Muchos de ellos me han comentado las largas jornadas que pasan los inmigrantes en oficinas atestadas, intentando legalizar su situación. Y esta es sólo una cara de lo que supone ser inmigrante.
Ponerse en el lugar de los "otros" es una terapia a la que conviene someterse para ver el mundo desde un prisma más real y resolutivo.
Actualización: Cómo era de esperar, los médicos italianos se niegan a denunciar a los inmigrantes.
Más en la red:
- http://elgarbanzo.wordpress.com Italia aprueba las denuncias de inmigrantes.
- www.soitu.es El Senado italiano da el primer paso para aprobar la polémica ley sobre inmigración.