Los fabricantes de automóviles se unen ante la crisis
Fiat, el famoso fabricante de automóviles italiano ha planteado una estrategia para hacer frente a la crisis basándose en la creación de sinergias y ahorro de costes junto con otras grandes marcas mundiales. Buscar la fuerza a través de la fusión es una alternativa que no es sólo cosa de bancos., aunque las entidades financieras son las únicas que consiguen realmente grandes sinergias de las fusiones y absorciones donde consiguen que "1+1 sea 2", en fusiones en cualquier otro sector de la economía las adquisiciones provocan que la suma de compañías pierdan capacidad operativa respecto del total antes de fusionarse. Para las compañías del sector automovilístico, uno de los más desfavorecidos en esta crisis financiera, con caídas en las ventas cercanas al 50% en un año, la esperanza de recuperación no se plantea a corto plazo, los coches más eficientes y ecológicos serán una salida pero sólo a medio plazo. Por este motivo Fiat ha decidido dar un paso para lograr mayor fortaleza y su consejero delegado propondrá la Gobierno alemán la fusión con Opel, aunque los alemanes no ven con demasiados buenos ojos la operación.
La compañía italiana pretende alcanzar la fusión también con otras filiales de General Motors, como Saab. De los resultados que se obtendrían con esta reorganización, se lograría la segunda posición en el mercado internacional de la fabricación de automóviles, sólo por detrás de Toyota. Superando a la Ford, Chrysler, General Motors o Renault, ya fusionada con Nissan. No es el único movimiento que la compañía italiana ha realizado en los últimos meses, tras comprometerse a adquirir el 20% de Chrysler una vez se supere el proceso de quiebra.
Uno de los obstáculos a los que tendrá que hacer frente es a la legislación anti monopolio existente. Con esta estrategia se fusionan las diez plantas de fabricación de GM en Europa, más las once que la Fiat tiene en su mayor parte en Italia. Aunque para el Gobierno alemán esta no parece una mala opción siempre que se llegue a buen negocio, para los sindicatos implicados no está del todo claro, el aligerar plantillas y plantear despidos masivos es un recurso demasiado tentador para los gigantes industriales. También Fiat pasa por un período de turbulencias y se teme que las decisiones acaben por no afectar a todos por igual.
Por su parte Fiat tranquiliza los ánimos asegurando que no se está estudiando el cierre de ninguna planta de fabricación, y que de producirse, los recortes de plantilla afectaran a todos los países por igual, si eso es motivo de consuelo por el elevado número de trabajadores que podrían ir a la calle. En cualquier caso, lo que está quedando claro es que ante los problemas del sector automovilístico, los fabricantes están jugando sus propias cartas para salir lo mejor parado posible de la coyuntura económica actual. Y el lema "la unión hace la fuerza"parece darles buenos resultados, aunque no sabemos si a todos.
Mientras todos esperamos que las grandes de la automoción se impliquen verdaderamente en los coches más eficientes energéticamente, esa y no otra será su única salida a la crisis.
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