Una Internet más segura para todos es cuestión de formación
El pasado martes 9 de febrero se celebró en más de 60 países de todo el mundo el Día de la Internet Segura, "festividad" nacida directamente del pagano mundo de los chips y que se integra en el calendario de eventos anuales sonados en los medios de comunicación. El objetivo de esta fecha es promover la creación de entornos de navegación seguros en la red.
Queda claro que Internet es un inmenso océano donde se pueden encontrar contenidos de infinidad de temáticas y para millones de gustos. Gracias a esta pluralidad, la red de redes se ha convertido en una revolución temática al dar espacios a voces que en los formatos de comunicación tradicionales (Televisión, prensa y radio) nunca tendrán cabida. Con todo, nunca debemos perder el rumbo y olvidar que no todos los contenidos son para todos los públicos.
Precisamente desde la Comisión Europea y coincidiendo con la celebración de esta cita anual, la clase política ha solicitado mayores medidas de protección en redes sociales para los menores de edad. Según el informe publicado por la entidad europea, el 40% de las redes sociales dan cobijo a usuarios menores de 18 años. Huelga de decir que plataformas como la española Tuenti permiten el registro a partir de 14 años, pero cuenta con medidas de comprobación para evitar registros de personas de menor edad, siendo una red pionera por su preocupación en estos temas, algo de agradecer a sus gestores.
Considero loable pedir medidas de seguridad más férreas para proteger a los menores de edad en Internet y en las redes sociales; es una iniciativa completamente lícita y previsible. Sin embargo, pienso que estas medidas deberían ir siempre acompañadas de procesos de aprendizaje y concienciación social en la utilización de estas plataformas 2.0. Si entrenamos al usuario en las buenas prácticas se mermarán los riesgos. Ante todo no hay que olvidar que los padres deben recibir también formación en seguridad y buenas prácticas en Internet pues sus propios retoños saben más de Internet que ellos mismos.
Son los padres los responsables de controlar la navegación en sus hogares.
Medidas para proteger a los menores sí, pero siempre acompañadas de charlas en colegios sobre redes sociales, que definan qué son estas plataformas y brinden consejos prácticos sobre su utilización, clases tanto para los hijos cómo para los padres. Seguro que si más de un menor conoce las implicaciones legales que tiene la usurpación de identidad en Internet se lo piensa dos veces antes de acceder a perfiles ajenos a modo de broma.
Si es que muchos desconocen por completo la existencia de políticas de privacidad internas en redes sociales que permiten, por ejemplo, hacer que un perfil sea solo visible para las amistades aceptadas. Eso sin contar las diferentes opciones que ofrece la publicación de contenidos en "muros" y similares a la hora de filtrar quién y cómo se accede a las actualizaciones de nuestro perfil
Más protección acompañada de concienciación y formación social. A fin de cuentas, dotar de contenido propio como imágenes y comentarios una red social es una cuestión de puro sentido común si cuentas con la formación apropiada: nunca publiques / publicites en Internet aquello que en la vida real no quieres que sea visto. No está tanto prohibir contar nuestra vida en Internet como enseñar qué se debe contar y en qué lugar. Lo que dice el refranero popular: el arbolito, desde chiquitito.