Cuando no todo vale en comercio electrónico
A la hora de vender productos por Internet... ¿Todo vale? ¿Puede cualquier tienda electrónica tener éxito siguiendo unos patrones estándar? Lo cierto es que no. Cuando trabajamos en el comercio electrónico debemos tener en cuenta numerosos factores que contribuirán a nuestro éxito o fracaso. Porque en esto del e-commerce no todo se reduce a instalar una tienda online de software libre...
Lo he dicho muchas veces y lo pude comprobar en el Desayuno de Trabajo de Comercio Electrónico: sin planificación no se va a ninguna parte. Lo primero a tener en cuenta es si nuestro negocio necesita realmente la venta electrónica. Pensar que todo se puede vender por Internet es un error: nuestra tienda offline no tiene por qué necesitar una edición online en todos los casos.
La prueba del algodón para responder a esta primera criba es comprobar dónde se encuentra instalado nuestro público objetivo. Si vendemos por ejemplo piezas para maquetas de aviones y barcos, sabemos que nuestros clientes por su perfil (coleccionista, especializado, apasionado, colaborativo, etc.) buscará activamente por Internet aquello que necesite. Es por ello que nuestro nicho de mercado puede ser especialmente rentable.
Sin embargo, si somos una empresa que vende cruceros para la tercera edad, difícilmente vamos a poder dedicarnos en exclusiva a la venta online, salvo que tengamos verdaderos chollos para ofrecer. La penetración de Internet en este colectivo no es elevada todavía, por lo que la venta de estos paquetes turísticos se realiza habitualmente offline. Otra cuestión es que un catálogo de productos en Internet pueda servir para mejorar nuestro posicionamiento de marca, pero no esperemos que el target compre por norma general online.
Otra cuestión no menos importante es qué tecnología vamos a utilizar para montar nuestra tienda electrónica. La tendencia a pensar que el software libre puede salvarnos la vida está completamente equivocada. El software libre para comercio electrónico puede ayudarnos a lanzar una tienda online, pero necesitaremos adaptar siempre la tecnología a nuestras exigencias: pasarelas de pago, perfiles de usuarios, usabilidad, diseño, etc. Nunca es una solución de instalar y listo, siempre habrá que adaptar a cada caso.
Para ganar miles de euros vendiendo por Internet necesitamos invertir otro tanto. Aquí el SEM y el SMO actúan como máximos resortes para promocionar nuestros productos en la red, especialmente el primero, que cuenta con efectividad medible en todo momento por nuestra parte. El SMO actúa adecuadamente, pero depende mucho de la pasión que el consumidor ponga a nuestras acciones, algo no siempre presente en todos los públicos.
Pero ojo: es conveniente que sepamos que con las redes sociales no vamos a vender productos, sino a crear branding de nuestra firma. Nuestra presencia en Facebook nos proporcionará imagen de marca como tienda online, nos ayudará a dar a conocer nuestros productos, pero difícilmente generará ventas directas desde el canal, por el momento, el usuario se tiene que habituar a comprar por redes sociales, esa evangelización del consumidor online está en marcha. Otra cuestión es que un correcto branding en redes sociales sí derive en ventas desde nuestro portal. Con una buena aplicación se pueden conseguir beneficios a medio-largo plazo. Toda buena promoción, siempre suma.
Las ofertas siempre juegan en favor del comerciante, más en portales de venta de cupones de servicios. Y no me olvido de la atención al cliente, que es sin duda el mayor baluarte que puede tener una tienda electrónica. No habrá nada más efectivo que un cliente contento con el servicio que recomiende nuestra tienda electrónica desde las redes sociales (promoción gratuita y la mar de rentable). La pregunta es: ¿Cuántos recursos se destinan a este menester? Trataré de descubrirlo en el próximo Desayuno de Trabajo Networking Activo sobre comercio electrónico...