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Consejo para Emprendedores: "Espía" a la competencia con Twitter
Usamos Twitter a diario. Nos conectamos, retwiteamos, enviamos DM's, seguimos listas, nos emocionamos y nos reímos con el humor negro de nuestros seguidores y seguidos. El ecosistema de esta red social es sumamente variado a pesar de que sus mensajes están limitados a la friolera de 140 caracteres. No necesitamos más. Incluso así, Twitter tiene otros usos posibles como ser una herramienta de promoción. Y aquí no queda la cosa: también podemos usarla para "espiar" a la competencia.
Puede parecer una tontería que nuestra siempre poblada TL (línea temporal) de mensajes actúe como herramienta para saber qué están haciendo nuestros vecinos empresariales, pero lo cierto es que es una estrategia especialmente útil para controlar a la competencia. Y lo mejor de todo es que no es complicado. ¿Cómo hacerlo? La manera más simple y directa es siguiendo los tweets oficiales del rival.
Por conexión directa con la web o a través de aplicaciones de escritorio como Tweetdeck es fácil tener el ojo encima de la competencia. Si estamos en el terreno del comercio electrónico, es habitual que las tiendas online lancen ofertas especiales desde Twitter para enganchar a los nuevos clientes 2.0. Ver cómo actúa el competidor nos ayudará a reaccionar ante posibles ofertas planteando nuestras "contra ofertas".
Una manera más útil de saber cómo funciona el enemigo es utilizar las listas. Crea una y agrega a tus competidores directos (lista que puede ser pública o privada, según sea nuestra estrategia). Así evitarás que se mezclen sus mensajes con los que emiten las personas a las que sigues y tendrás en todo momento la realidad de la competencia en pocos clicks. No es necesario ni que nuestra lista espía sea pública, pues podemos mantenerla como privada. Es fácil, gratis y no requiere medidas especiales o seguimientos pormenorizados.
Otro caso que es habitual se da en los periodistas, que están conectados a Twitter al minuto porque es una gran fuente de información. En primer lugar, porque es una gran herramienta para conocer las tendencias de opinión y crear temas; en segundo lugar, porque las noticias de la competencia llegan directamente a nuestro perfil y se puede saber más en bruto sobre los contenidos sin tener que andar visitando webs o leyendo periódicos, por lo que ahorramos un tiempo necesario en otras tareas.
Aunque creo que es positivo estar al corriente de lo que hace la competencia, me gustaría remarcar que no soy partidario de que nos obsesionemos con el vecino. Seguimiento, sí, pero relajado y distendido. De nada sirve agobiarnos con el rival, tratar de hacer lo mismo que hace y descuidar completamente nuestra identidad porque, como dice el refrán, en la variedad está el gusto, y si no nos diferenciamos, difícilmente tendremos una oportunidad en este mundo tan competitivo.
No obstante, me gustaría recordar que no se trata únicamente de seguir al rival, plantear contra ofertas a sus contenidos o copiar la fórmula del que mejor rendimiento obtiene; también debemos saber sacar partido a las redes sociales con estrategias de comunicación organizadas.
3 datos para demostrar el futuro del comercio electrónico móvil
El primer dato hace referencia al consumo de información desde el móvil y al uso de éste como plataforma de compra: El 15 por ciento de los consumidores españoles han consultado recientemente información sobre productos antes de efectuar sus compras o directamente han realizado compras.
Esto permite dos interpretaciones. Por un lado, el más positivo, está aumentando la penetración de los teléfonos móviles como herramientas para efectuar compras y para realizar consultas informativas. En este último término, los smartphones actúan como resorte para decantar a los consumidores por uno u otro producto en función de lo que descubren en la red.
La segunda interpretación, menos favorable, es que todavía queda un alto porcentaje de los consumidores que no utilizan el móvil ni para consultar información ni para comprar. Esto pone de manifiesto que los profesionales del e-commerce deben seguir trabajando para potenciar las ventas de productos a través de los nuevos dispositivos. El objetivo, crear comercios multicanal.
¿Cómo se puede potenciar este perfil? Directamente con técnicas y herramientas que resulten cómodas para los consumidores y acudiendo, siempre, a la innovación. La Realidad Aumentada y el uso de códigos QR son dos tendencias muy aplicables al comercio electrónico (comprar productos, precios, etc.) que se deben tener en cuenta a medio plazo (los códigos QR sólo les interesan a los heavy users).
El segundo dato a tener en cuenta es que el 27 por ciento de los españoles ya compran a través de Internet, lo que supone un incremento superior al 50 por ciento con respecto a hace cinco años, según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).
La cifra no solo ha crecido, sino que ha constatado lo que se viene diciendo de un par de años a esta parte, que el comercio electrónico, a pesar de los comentarios más negativos, crece. En facturación el comercio electrónico creció un 25% entre 2010 y 2011.
Por último, otra estadística indica que más del 20 por ciento de los usuarios con smartphones entre sus manos están dispuestos a utilizar los teléfonos para comprar. Que una cuarta parte de los consumidores con teléfonos no es baladí. De hecho, la cifra crecerá en un par de años a la par que la venta de móviles inteligentes, que subió un 58 por ciento en 2011.
En el año 2014 tendremos más de 1.700 millones de smartphones en todo el mundo, los profesionales del comercio electrónico deben abolir esa ley no escrita que les lleva a prescindir de los móviles como herramienta para realizar compras.
Ahora es un buen momento para dar un paso al frente y comenzar a valorar el impacto que los dispositivos móviles tendrán en la próxima media década y cómo serán una de las claves del comercio electrónico. Y por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de las tabletas, “primas” de los smartphones. Las grandes ya comienza a mover fichas con las app, pero las pequeñas todavía tienen margen de maniobra para mantener a sus clientes.