La peseta no se quiere marchar y vuelve el debate sobre la misma
Hace ya más de ocho años que la peseta pasó a mejor vida, y el euro acapara nuestros bolsillos. Aunque para algunos pensar en pesetas signifique remontarse demasiado al pasado, es cierto que para otros la peseta sigue siendo una unidad básica de referencia. En mi caso, debo admitir que me resulta difícil volver a calcular las cifras en pesetas. Pensar en Euros me aporta una sensación de percibir que son más baratas las cosas.
Con la situación actual de dificultades económicas hay un 53 % de españoles que opinan que con la peseta estaríamos más protegidos frente a la crisis global, desde mi punto de vista nada más lejos de la realidad porque hay monedas que están sufriendo duramente los varapalos del mercado de divisas internacional. Esta opinión no sólo la defienden la mitad de los españoles sino también vecinos italianos y portugueses. Estos tres países son los únicos de la zona euro que parecen mostrar más nostalgia de su antigua moneda, al contrario que el resto que se consideran mejor protegidos por la moneda común. Los anglosajones a este grupo de Portugal, Italia y España le suman Grecia cómo un cuarteto de países que ven con muy malos ojos desde un punto de vista económico.
No me ha sorprendido nada que en estos momentos de dificultades surja el recuerdo de un pasado mejor, que sin embargo también tuvo que hacer frente a crisis importantes. Usar todavía la peseta no nos habría protegido mejor frente a esta crisis financiera, lo que si nos permitiría en la situación actual el contar con una moneda propia sería el poder de devaluar de forma intensa nuestra moneda para ser más competitivos. A estas alturas plantearse cuestiones que sólo pueden ser solucionadas con una máquina del tiempo no parece muy productivo y abandonar en este momento el Euro traería una serie de conflictos políticos internacionales que resultan del todo innecesarios. Por supuesto hay que aprender de los errores que se hayan cometido, pero mirar hacia delante en la búsqueda de un futuro mejor, que fue para lo que se decidió adoptar el euro.
Para los que todavía conservan pesetas, se ha organizado desde la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Teruel una iniciativa por la que hasta el 31 de mayo es posible pagar con antiguas pesetas en unos cien establecimientos. Con la medida se intenta reactivar el consumo que tanto está flaqueando en esta zona. Para llevar a cabo estas compras se puede o bien acudir directamente con las pesetas antiguas a estos establecimientos o canjearlos previamente en la sede de la Asociación por un cheque. Se sabe que aún son muchos los hogares que tiene pesetas y ante las dificultades de efectuar el cambio en el Banco de España, se propone esta campaña. Esperemos que surta efecto.
Más en la red:
- www.peatom.info con la peseta la crisis hubiera sido menor.
- www.soitu.es El 53 % de los españoles considera que la crisis hubiera sido menor con la peseta.
- www.microsiervos.com Recetas peculiares contra la crisis.