crowdsourcing
Externalizar, una tarea pendiente para el emprendedor
Invertir en frentes que nos podrían generar crecimiento empresarial para nuestra startup resulta peliagudo, más cuando la caída de los ingresos pone en peligro la viabilidad del negocio. Incluso ciertos frentes habitualmente gestionados desde dentro de la empresa se convierten en un imposible. Para conseguir que nuestro crecimiento no se vea lastrado por el estado general de la economía, debemos apostar por soluciones como la externalización.
¿Por qué externalizar? La respuesta clara es que en las pequeñas empresas, en las PYMES, incorporar personal para tareas específicas puede ser un imposible en términos económicos cuando se reduce la facturación. Ciertas tareas son perfectamente válidas para que recaigan en una figura externa cualificada sin temores por parte del emprendedor.
Uno de los "problemas" fundamentales en la aceptación del crowdsourcing es que implica ceder territorio a un tercero, dejar una parcela de nuestro negocio en manos de profesionales externos. Cuando el proyecto es el propio de un emprendedor, este arraigo es todavía mayor, por lo que fragmentar el proyecto para externalizarlo no se convierte en una opción posible para los más "posesivos", donde muchas veces el emprendedor cree que tiene que hacerlo todo y hay que aprender a admitir que no somos especialistas en todo.
Una vez que se ha sumido que externalizar recursos puede ser una solución con la que está cayendo, el paso fundamental es preguntarnos qué partes de nuestro negocio se pueden gestionar desde fuera sin que ello implique cambios radicales en el organigrama. Las empresas de Internet presentan unas características únicas que varían el uso del crowdsourcing con respecto a las empresas no digitales.
El frente más obvio donde se aplica la externalización es en la gestión de recursos humanos. Que un emprendedor decida ceder terreno en los RRHH es, desde mi punto de vista, absolutamente necesario en los primeros pasos de una startup. El emprendedor debe dedicar su tiempo (le faltarán horas) al proyecto, por lo que las siempre engorrosas tareas de captación y gestión del talento no deben restar horas al profesional.
Otro de los frentes donde se puede aplicar la externalización es en la comunicación. Las labores de publicidad, marketing y comunicación corporativa se pueden desviar a agentes externos de la empresa (agencias de comunicación) que por una cuota mensual introducirán en su cartera de clientes nuestra cuenta. ¿Ventajas? Todas: evitamos contactar con los medios a puerta fría cuando no nos conocen, no necesitamos un experto in-house, disponemos de contactos mediáticos, etc.
Trabajar con recursos externos requiere de un gran esfuerzo de sincronización por ambas partes. Una empresa externa que asuma la producción de alguna tarea de otra debe ser capaz de conocer al detalle el producto a tratar independientemente de que no sea el responsable directo. Conseguirlo es tan fácil como realizar reuniones periódicas, delimitar el radio de actuación del externo, etc.
En este sentido, es recomendable que en el crowdsourcing contemos con una persona que se encargue de nuestra "cuenta" directamente, más que de una empresa que de manera global nos tenga como clientes. El nivel de confianza y el grado de conocimiento que se obtendrá a partir de la gestión del proyecto por la misma persona serán más que suficientes para que el producto no caiga en manos espontáneas.
Lógicamente, la externalización de recursos implica una inversión en empresas externas que, en cualquier caso, saldrá más rentable si elegimos bien en qué empresa confiar. Ahora bien, como decía, debemos reconocer que ciertos frentes de la empresa no son externalizables como el desarrollo de nuevos proyectos que sean el core de nuestro negocio, en estos casos el primer paso siempre debe comenzar en casa.
La externalización, aplicada con lógica y donde realmente es válida, funciona, es un recurso excepcional para seguir creciendo cuando la contratación interna no es una posibilidad. Además, brinda la oportunidad de especializarnos en determinados frentes que de otra forma no trataríamos, y esto, sin duda, es una gran ventaja.