emprendedores y proyectos
El triángulo de habilidades del emprendedor
¿Cuáles deben ser las cualidades del emprendedor? : En otros artículos publicados he tratado de definir el perfil del emprendedor, aunque siempre admitiendo que no existe una fórmula exacta para encuadrarlo. Ser emprendedor es una actitud, una manera de ver nuestra vida profesional, un camino a seguir, no una imposición. Siempre he defendido que cualquier persona puede trabajar en su proyecto sin necesitar una madera especial para llevarlo a cabo.
Pero si de algo estoy convencido, es de que los emprendedores deben tener una serie de puntos en común para llegar a buen puerto con sus ideas. Si estos tres conceptos no se promueven desde el minuto uno, el resultado del emprendimiento puede no ser el deseado por razones que resultan obvias. Da igual el sector profesional, el tipo de proyecto y la inversión: sin sinceridad, humildad y cercanía no vamos a ninguna parte.
Subidos al barco de emprender, es absolutamente necesario que seamos sinceros con nosotros mismos. Reconoce hasta dónde puedes llegar, márcate los límites de manera clara y sé capaz de reconocer cuáles son tus oportunidades reales de negocio. La sinceridad también implica saber reconocer en todo momento cuando hemos metido la pata, sobre todo para rectificar a tiempo.
La palabra fracaso tiene una tremenda cara negativa, es evidente, pero también ofrece una cara optimista. Aquí es donde entra en juego el segundo factor del emprendedor, la humildad, que nos permite aceptar las críticas y los consejos del vecino, que posiblemente sepa más de esto que nosotros. Encerrarnos en nuestra "realidad" termina viciando los proyectos y no es, en ninguno de los casos, la mejor manera de crecer como emprendedores.
También es fundamental la cercanía, la proximidad con los que nos rodean. Porque en un encuentro con posibles inversores de nuestro proyecto, transmitir esa cercanía, esa pasión por el proyecto, es de vital importancia para conseguir los fondos necesarios para crecer. Confiar en las posibilidades de uno mismo es requisito indispensable para atraer al capital externo, pero esta confianza se debe apoyar siempre en la humildad y en la sinceridad.
Resulta inevitable pensar en este trío de habilidades del emprendedor como un triángulo cuyos lados están conectados entre sí de manera cerrada. En el interior de cada arista es donde se desarrolla el proyecto. No salirse de estos tres factores puede ayudar a conseguir los resultados que buscamos como emprendedores. Sé que no es la fórmula definitiva, pero los años me han demostrado que puede ser útil. ¿Qué opináis?
Emprender en juventud
A partir de este dato se pueden extraer varias conclusiones de interés. En primer lugar, a pesar de la crisis, el número de emprendedores extranjeros cualificados con titulación universitaria no ha caído en exceso, aunque sí se ha visto reducido. Otro asunto es que el emprendedor extranjero está más dispuesto a asumir riesgos que el emprendedor patrio, puede que por contar con una mayor cultura por el emprendimiento.
Quizá esto pueda deberse a que el emprendedor no foráneo viene a España con la experiencia de haber emprendido sin éxito en su país de origen. No son precisamente pocos los casos de profesionales que han fundado startups en España tras apostar por ideas parecidas en su país de origen sin tener demasiado éxito.
La cultura del emprendedor español no pasa por su momento más brillante, sobre todo en lo que a startups vinculadas a profesionales con formación académica respecta. Que el número de emprendedores con contacto con la universidad esté por debajo del diez por ciento demuestra el escaso interés que existe por la fundación de empresas y la gestión de proyectos. Una lástima en un difícil momento cuando se necesita más que nunca la creación de empresas.
A menor número de emprendedores, independientemente de su origen, menor número de proyectos que puedan crear empleo. La inversión en Startups en España es prácticamente inexistente en comparación al alto número de proyectos que están naciendo, y los inversores extranjeros se lo piensan dos y tres veces antes de introducir dinero en proyectos nacionales que no hayan contado con al menos 2 rondas de inversión nacionales. Y eso que el capital extranjero fue el más destacable en la bolsa durante el 2011.
Por último, el hecho de que el porcentaje de emprendedores españoles con titulación universitaria sea tan extremadamente reducido refleja que la cultura del emprendedor no está expandida en el panorama académico, que sigue alejado del mundo de la empresa en el momento cuando más necesita generar profesionales capaces de enfrentarse a la guerra profesional.
Tenemos pocos emprendedores, los que se atreven encuentran oportunidades de negocio mínimas y, para colmo, no tienen el apoyo suficiente de quienes deben tender la mano en estos casos (instituciones). Muchas cosas tienen que cambiar.
Una mirada al capital riesgo en Europa
Capital Riesgo. Una de las formas que tienen los emprendedores para obtener inversión y desarrollar sus proyectos e ideas. A pesar de que está muy extendida en Estados Unidos y de que mercados en Europa como el Reino Unido cuentan con bloques de inversión en empresas no cotizadas con cierta solidez, el mercado español del capital riesgo (también conocido como venture capital, en inglés) se puede calificar como casi inexistente. ¿Por qué? Dejando al margen factores económicos, aquí entre en juego la diferente filosofía bastante más conservadora y con una alta aversión al riesgo del inversor en Europa.
Un problema básico a la hora de entender por qué el capital riesgo no está tan extendido en Europa como en Estados Unidos es que no existe un criterio unificado entre países. A pesar de que la Unión Europea busca promover el acuerdo para estandarizar el capital riesgo (existe una propuesta de regulación presentada a finales del 2011), no se han podido establecer criterios que unifiquen esta modalidad de inversión en los diferentes países que componen el organismo político continental.
Pero no se trata solo de un problema de fronteras, también de actitud de los inversores. La clave del capital riesgo está en la inversión inmediata sobre un proyecto que está arrancando, para ayudarlo a despegar y, una vez estabilizado, retirar el capital invertido con los consiguientes beneficios. El tiempo medio que permanece la inversión en la startup depende del sector empresarial, por lo que la retirada del capital puede demorarse entre 3 y 5 años. Aquí entra en juego la paciencia del inversor de riesgo, y en Europa no es mucha. La falta de un historial de éxitos suficiente tampoco motiva a los inversores tradicionales a invertir en startups de Internet (aspecto que está cambiando poco a poco).
La falta de casos de éxito que sirvan de reclamo a los inversores viene también relacionada por las dificultades para salir a bolsa de las startups europeas. Los casos de salidas a bolsa en el Nasdaq con valoraciones multimillonarias son sólo un sueño imposible de alcanzar en Europa.
Otro aspecto a tener muy en cuenta a la hora de analizar el capital riesgo en Europa es el planteamiento de los inversores europeos con respecto a Estados Unidos. Partiendo de la base de que el perfil del emprendedor/inversor es ligeramente diferente entre los dos mercados, se llega a una conclusión como la que se remarca en este artículo del Telegraph: el capital riesgo europeo se centra directamente sobre el proyecto, el norteamericano toma como punto de partida el emprendedor.
Mientras que en Estados Unidos se premia el talento y se aboga por el desarrollo de la persona como emprendedor, en Europa las inversiones se dirigen a los proyectos, restando importancia al individuo. En la tierra de las libertades la mayoría de los inversores de capital riesgo trata de entender al emprendedor y realiza una inversión sobre él a largo plazo no solo para que crezca a través de su proyecto, sino para que evolucione como profesional y avance tanto con ese como con otros proyectos en el futuro. El resultado final es que el emprendedor con un éxito se convierte en un alto número de casos a su vez en inversor o business angel.
Incluso con este entorno poco propicio al venture capital, las startups europeas deben seguir de cerca los diferentes grupos de inversión existentes en el Viejo Continente a través de organismos como European Venture Capital Network. El calendario de eventos de Eureka Network ofrece citas tecnológico-empresariales que, en ocasiones, están destinadas a emprendedores que buscan capital riesgo. También se celebran eventos específicos que analizan la figura de los inversores de capital riesgo en Europa.
Lo cierto es que para comprender el capital riesgo en Europa, el emprendedor debe viajar a Francia, Alemania y Reino Unido, que son los núcleos formales de este tipo de inversión en el continente. En España existe una incipiente semilla del venture capital que casi se ha visto coartada por la crisis y que solo supone el 2 por ciento de la inversión total. Solo en 2011, este tipo de inversiones descendió un 8 por ciento. Natural con la situación económica que vive el país y que, no se nos olvide, también afecta a los inversores, que son expertos en arriesgar.
Pero para seguir de cerca los pasos del capital riesgo en nuestro país existen organismos como la longeva Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI), activa desde 1986 y organizadora de eventos, coloquios y congresos sobre este sector de la inversión, con especial hincapié en la especialización, en analizar el capital semilla no de manera global, sino por sectores.
¿Qué necesita el capital riesgo para crecer en Europa? En primer lugar, necesitamos un marco de regulación que permita el flujo del capital entre países, sin tener en cuenta el salto de fronteras, y que dé facilidades a los inversores, que no estén sometidos a regulaciones nacionales que echen atrás inversiones con enfoque global. Lógicamente, también es necesario que el inversor cambie el prisma con el que ve la inversión de riesgo y no pida beneficios a los doce meses de aportar la cantidad. Por desgracia, la situación económica de Europa no invita al optimismo, pero al menos estamos comenzando a reconocer nuestras desventajas.
Por último, os comparto el documento de conclusiones del I Encuentro de inversores y grandes empresas en Internet, espero os resulte el informe de utilidad.