ocio

Las series de televisión me han hecho vivir grandes momentos a lo largo de mi vida. No sólo me han entretenido sino que además me han hecho reír emocionarme o sufrir. De entre mis preferidas como otras veces ya he dicho desde mi blog, está Battlestar Galactica. Una serie que he seguido incondicionalmente desde el 2004 hasta su fin en 2009 y gracias a la cual he gozado de grandes momentos. He esperado con ilusión y curiosidad los capítulos de las nuevas temporadas dejándonos arrastrar por el gusto de compartir los ratos de ocio en un mundo de ciencia ficción. En ciencia ficción la única serie que ha conseguido cautivarme ha sido Stargate Atlantis.

Otra de mis favoritas es Héroes, una serie llena de efectos especiales con personajes "normales" que de pronto se descubren dotados de poderes al más estilo superhéroe de comic. Vivir aunque sólo sea como espectador las aventuras del que posee poderes sobrenaturales, es la magia de todas estas historias. Pues los seres humanos en cuanto que humanos estamos privados de ciertos privilegios que nuestra fantasía nos hace desear.

Sin embargo a la hora de divertirme y reír a mandíbula partida tengo mis preferidas. El arte de hacer reír no es una habilidad fácil de conseguir. Y sin embargo ciertos guionistas han logrado dar con la fórmula y no hay capítulo que se les resista a la calidad y el sentido del humor. Los Simpsons son esa familia de veteranos en televisión que un capítulo tras otro nos siguen sorprendiendo con su inteligente y ácido sentido del humor, alejado de la hipocresía que inunda tantas veces la televisión. Me vienen a la cabeza muchos momentos mágicos que me han hecho vivir, y si tuviese que destacar algún personaje de entre todos, me sería complicado. Aunque debo reconocer que el formato de Los Simpsons lo veo hoy claramente superado por la inigualable "Family Guy" y la ácida "American Dad".

Otro de los clásicos que han logrado mantener el estilo durante temporadas han sido los protagonistas de Friends, aunque hoy día cuesta ver capítulos de dicha serie por ser parte del ya pasado. Seis personajes cargados de amabilidad e inteligencia, que después de haber visto sus capítulos muchas veces siguen sacándote la mejor de las carcajas.

Aún más remota en el tiempo es "Aquellos maravillosos años", la historia de una familia americana en los años 1968-1973. La historia era narrada por el mismo protagonista desde su visión como adulto, aunque la acción se desarrolla cuando este es aún adolescente. Cuando se emitieron estos capítulos en España, en torno a los 90, pasé muchas tardes disfrutando de las ocurrencias y las vivencias a las que se enfrentaban sus protagonistas. En España tenemos nuestro "Cuentamé cómo pasó" que va del mismo estilo. De mi infancia más lejana recuerdo con especial cariño a "Dartacán y los 3 mosqueperros", "La vuelta al mundo en 80 días de Willy fog" y los anime "Robotech", "Ulises XXXI" y "Los Caballeros del Zodíaco". No me cuesta reconocer que también seguía "Los problemas crecen" del cual vi una década después de terminar la serie, un especial para Televisión donde los mismos protagonistas contaban cómo eran sus vidas diez años después, sin olvidar otras series míticas cómo "Quantum Leap" o "El coche fantástico" de la que se está publicando un remake en la actualidad.

Especialmente útil y didáctica me pareció las series del tipo "Erase una vez..." la historia, el cuerpo humano, eran una delicia por lo fácil que era aprender viendo dibujos animados.

El culto a ciertas series de televisión no es un fenómeno aislado, cosa de unos pocos. La idea de escribir esta entrada llega precisamente de un contacto en Facebook, que también se declara un fascinado de ciertas series. El mismo fue quien me facilitó un enlace con una propuesta para los bloggers amantes de Los Simpsons. Siendo este un ejemplo más de la devoción que logra levantar la calidad de un buen guión.

Más en la red:

• www.zonafandom.com Battlestar Galactica, sus 13 mejores episodios.
• http://calcamonia.wordpress.com Cameos en Los Simpsons.
• www.pudreteflanders.com Crea tu propia escena de apertura de Los Simpsons.

El espacio público define un lugar donde cualquiera pueda circular. Un lugar para el disfrute y uso de todo@s, donde las restricciones de paso no existen o no deberían existir. En torno a los usos que de los espacios públicos hacemos han surgido muchas polémicas, pues no todos entendemos este concepto de igual modo y en ocasiones ese espacio público acaba sacrificándose en beneficio de unos pocos.

En esta entrada me gustaría dar a conocer algunos buenos usos que del espacio público se están realizando en mi ciudad natal. Con el propósito de conocer de manos de mis lectores, otros usos del espacio público que merezcan ser conocidos. En Sevilla, donde he vivido hasta hace poco, se puso en marcha una iniciativa que permite disponer de un parque de esparcimiento para toda la ciudad sin renunciar a la práctica que desde esas tierras se ha llevado a cabo desde hace siglos, el cultivo en huertas. El Parque de Miraflores se encuentra en uno de los barrios más populares de la ciudad. Como en cualquier otro parque  es posible hacer actividades deportivas, pasear a las mascotas, montar en bici, tomar el sol. Pero además en una zona del mismo se ha habilitado un espacio para las huertas. Estos pequeños terrenos se ofrecen a los vecinos que viviendo en plena ciudad no están dispuestos a renunciar a cultivar hortalizas y verduras. Esta Huerta del Ocio viene a representar a las antiguas huertas que existían en esta zona, la de Miraflores y la de la Albarrana.

Pasear por esta zona del jardín es además de agradable muy didáctico, visto que en los jardines hay algunas etiquetas con los nombres de los vegetales que allí crecen. Al parecer no es demasiado fácil conseguir un terrenito, por lo que sé y no es mucho, hay más demanda que terreno disponible. A dicha actividad hay consagrada incluso alguna señora jubilada que con gran esmero y cuidado prepara sus cultivos. Hace ya algo de tiempo que no paso por allí, pero en esta época debe ser un gustazo en días soleados pasear por la zona y de paso ver algunas de las construcciones inesperadas, como la antigua noria  o el cortijo de Miraflores con su torre medieval. Es un buen ejemplo de uso del espacio público, donde gracias a la actividad de los "hortelanos" de la zona, disfrutamos tod@s.

La recuperación de una tradicional práctica del lugar como es el cultivo de la tierra ha permitido que vida urbana y rural puedan darse a la misma vez. Esto mismo debió pensar un señor que ha decidido crear su propio jardín en el centro de la ciudad. En una de las orillas del río Guadalquivir, en lo que se conoce como los jardines del Capote, ha optado por usar un trozo de tierra y plantar sus propias flores a las que cuida durante todo el año. Este señor ha sabido encontrar el lugar desde el que satisfacer su pasión por la jardinería y careciendo de un jardín propio ha optado por usar el espacio público que tan falto está de cuidado.

Quizás una buena solución para fomentar la necesidad de cuidar las zonas públicas sea enseñar a disfrutar de ellas de manera sana. Y en vuestras ciudades, ¿ alguna propuesta digna de compartir?

Más en la red:

• http://poderyambiente.blogspot.com La propiedad y lo privado.
• www.joserodriguez.info Argumentos en defensa del área verde de Barcelona.
• www.elpobrecitoveedor.net Conmigo no va.
• www.floresenelatico.es Lo que se ve desde el coche.