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Cambios publicitarios en Tv e Internet
Desde el 1 de enero del 2010, RTVE no incluye publicidad entre sus espacios televisivos. La noticia, aparte de sembrar cierta polémica entre diferentes colectivos del mundo audiovisual, ha sentado muy bien a los televidentes, que desde primeros de año disfrutan de una programación sin molestos cortes para dar cabida a mensajes comerciales, por lo que las cifras de audiencia de la televisión pública se han visto favorecidas.
La inversión en publicidad de la pública en cifras exactas se situó en 496 millones de euros durante el pasado año 2009. Así, esta ingente cantidad monetaria por ingresos publicitarios pasará este 2010 a no engrosar las arcas de RTVE, que se financiará mediante impuestos a cadenas privadas de televisión y a empresas de telefonía. Solo 114 millones sí llegarán a la entidad pública derivados de patrocinios y otros acuerdos.
La gran pregunta es: ¿Qué sucederá con todos esos millones de euros de inversión publicitaria que siguiendo el curso tradicional de las cosas debían llegar a RTVE esta temporada? Muchos creen que los datos de audiencia repartirán esta tarta publicitaria entre el resto de cadenas privadas de la parrilla televisiva nacional. Sin embargo, las previsiones sitúan también a Internet como beneficiaria de este exceso de presupuesto.
Un estudio elaborado por el Grupo Havas bajo encargo de Microsoft Advertising (sello publicitario de la tecnológica) estima que Internet podría obtener hasta un 8% de la publicidad sobrante, lo que en cifras monetarias se traduce en 31 millones de euros. El resto se repartirá mayoritariamente entre las televisiones privadas y autonómicas, seguidas de las radios y los medios impresos. Los resultados los veremos a lo largo del año 2010.
El mero hecho de contar con una previsión así nos ayuda a mantener la esperanza después de la significativa caída que ha vivido el valor de la publicidad en Internet durante estos últimos años. Que 8 de cada 10 usuarios de Internet sean capaces de recordar al menos una campaña vista en las últimas 24 horas es un dato muy a nuestro favor. Y con si la tarta publicitaria es mayor, a buen seguro que sobre nosotros recae un buen pellizco.
Sin embargo, parece que las cadenas de televisión privadas son las principales beneficiarias del bloque publicitario de la estatal. Durante el primer cuarto del 2010, los datos de ingresos por publicidad en estas cadenas han crecido de forma sorprendente, contra pronóstico, luchando con la crisis y casi sin avisar. Prácticamente todas las cadenas han logrado superar los registros del 2009 y acumulado la suma de 200 millones de euros en ingresos.
Telecinco, Antena 3 y La Sexta son las tres principales beneficiarias de este auge publicitario televisivo. En estos tres casos, los ingresos por publicidad de este 2010 han superado en más del 30 por ciento a los registros económicos alcanzados durante el pasado año entre enero y abril. Cuatro y la FORTA también se han beneficiado de la crecida, aunque un poco menos.
¿Migración de anunciantes de la pública a las privadas? ¿Introducción de nuevos anunciantes gracias a los más competitivos precios publicitarios que ha generado esta situación de expansión? La respuesta correcta la sabremos en cuestión de meses. Solo pido que estas cifras se mantengan o al menos no desciendan bruscamente porque un hecho así podría provocar un fuerte varapalo en el panorama audiovisual español.
Más en la red.
Empleos 2.0 nacidos de redes sociales
Las redes sociales están dando de sí nuevas figuras empresariales. Lo que comenzó en las manos de profesionales del diseño y de la programación, casi siempre altamente ligados al mundo de la informática y la tecnología, ha derivado en una amalgama de interconexiones profesionales donde prácticamente cualquier rama laboral tiene un lugar reservado. Periodistas, publicistas, expertos en marketing, trabajadores sociales y un largo etcétera de profesionales que tienen mucho que decir en este ámbito.
Del crecimiento de las redes sociales extraemos una idea clara: el desarrollo de las mismas ha traído consigo la creación de nuevos puestos de trabajo, algunos de ellos antaño inexistentes, como la figura del Community Manager. Muchas son las empresas que pese a ser teóricamente lejanas a la Web 2.0 por su modelo de negocio, están invirtiendo en responsables de comunidad.
La interacción con los consumidores en las redes sociales debe permitir al mínimo el libre albedrío. Allá donde estén nuestros clientes en Internet deberá existir un Community Manager que medie y proteja nuestra marca participando de forma transparente en la conversación. Canales como Facebook o Twitter nos permiten simpatizar con nuestros consumidores de forma directa y segura, controlando qué mensajes emitimos y a quién.
Las técnicas de Social Media adquieren cada vez más importancia en las empresas. Así, según la firma Territorio Creativo, ocho de cada diez empresas españolas utilizan las redes sociales para posicionar su marca en Internet. En cuanto a la figura del Community Manager, un 51 por ciento de las empresas consultadas admite contar con trabajadores que cumplen este perfil profesional.
¿Cuáles son las tareas de un Community Manager? Pues su misión más básica es mantener viva la comunidad aportando contenidos que sean relevantes y de interés para los consumidores. Un Community Manager nunca debe ser un spammer de mensajes privados y saludos impersonales en muros ajenos, sino todo lo contrario: una persona capaz de dar a los consumidores lo que necesitan saber, de crear un flujo informativo natural en favor del producto.
Vivimos en un mundo 2.0 donde todavía queda mucho camino por recorrer. Recordaba semanas atrás lo dificultoso que es a veces explicar a empresarios 1.0 los beneficios que pueden brindar campañas publicitarias y acciones de marketing en redes sociales por su escaso coste económico y las ventajas que brinda la segmentación de audiencias. Ahora, al ver la evolución del momento, creo que estamos siguiendo el camino correcto.
Más en la red.
Un e-commerce, varias ventajas
Partamos de la base de que todavía existen muchas personas que sienten pavor a la hora de realizar compras por Internet, este miedo tiene cada día menos fundamentos. El comercio electrónico o e-commerce tendría todas las de perder de no existir una minoría de personas -en el futuro mayoría- más atrevida que habitúa a dar su tarjeta de crédito para comprar desde Internet.
Existe una falla generacional que coarta en cierto modo la expansión del comercio electrónico, aunque con el paso de los años, ésta va desapareciendo del mapa, los más mayores lo tienen más complicado para adaptarse y los nativos digitales se manejan de forma innata. Comprar entradas de cine, películas, videojuegos, billetes de avión, reservas de hoteles o tazas decorativas para el salón son algunas de las actividades que se pueden realizar mediante las tiendas online.
Hablaba hace relativamente poco tiempo de los beneficios colaterales de Youtube, lo que ahora me recuerda que el comercio electrónico también puede aportar beneficios a sectores que, en teoría, no guardan relación. Por ejemplo, los servicios de mensajería que se están beneficiando de los pedidos a las tiendas online al ser estas empresas las encargadas de establecer la relación definitiva entre producto y cliente.
En el caso de SEUR, conocida empresa de mensajería, el comercio electrónico creció supuso un crecimiento de un 9 por ciento durante el 2009 en su facturación alcanzando los 55 millones de euros. La empresa observa desde hace años el potencial de la compra-venta a través de Internet y apuesta por que en los próximos cuatro años un 30% de sus ventas pertenezcan a envíos de productos comprados a través de Internet.
Cuando la crisis económica agudiza el ingenio de algunos que tradicionalmente utilizan servicios de mensajería y que ahora, en vacas flacas, buscan ahorrar dinero, el comercio electrónico se convierte en una vía óptima para incrementar la facturación de las empresas de mensajería y en un modelo de negocio a tener en cuenta para los próximos años. No es de extrañar que cuando pidamos productos a nuestra tienda habitual, estos siempre nos lleguen a través de la misma firma de mensajería.
De hecho, estas alianzas entre empresas de mensajería y grandes cadenas de tiendas a través de Internet están salvando seguro las cuentas de más de una empresa de distribución. Vendrían a ser el equivalente a los contratos con instituciones públicas de las empresas enmarcadas en el ámbito cultural. Otro beneficio colateral más que destacable que deriva de Internet. Para que luego digan...
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